Manifestar su poder después de la muerte como elemento de culto o simplemente para expresar su belleza física fueron algunos de los propósitos de los atavíos funerarios de los gobernantes mayas. Tales se elaboraron de materiales preciosos que sin duda tuvieron un significado dependiendo de la posición en el cuerpo donde se colocaban; por ejemplo, los artefactos asociados a las manos podían indicar implementos de acción, las prendas vinculadas con la cabeza adquieren una posición sobresaliente y esencial.
Colgante de concha en forma de pez que se localizó sobre el pecho del gobernante de Ek Balám. |
Lo más interesante es que también se encontraron algunas peculiaridades que los mayas casi no utilizaban, como es el caso de un pendiente de tumbaga con forma de rana proveniente probablemente de Sudamérica y tres perlas, lo que nos indica el gran poder del gobernante.
Otra peculiaridad es que a la derecha del cuerpo del rey fue hallado un perforador ritual tallado en un fémur humano utilizado para sacar sangre; la larga inscripción jeroglífica que lo adorna, afirma que el hueso perteneció a un sacerdote llamado Ukit Ahkan, posiblemente el padre del gobernante; no cabe duda que es una de las piezas más interesantes halladas en Ek Balám.
Un lagarto, un felino pequeño, espinas de mantarraya y astas de venado son otros objetos que acompañaron al rey en su viaje por el inframundo.