El universo y nuestro planeta están en constante diálogo. Desde el origen del hombre y de la formación de las civilizaciones más antiguas ha existido la necesidad humana de imaginar y explicar el inicio de la vida, el planeta y la humanidad. Los mayas no fueron excepción a la regla.
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| Lucy Pelletier, representante de los pueblos originarios Plains Cree de Canadá |
Este espacio de reflexión abordó las concepciones cosmogónicas de pueblos ancestrales, así como las enseñanzas por la preservación de la riqueza natural del planeta. En ella participaron representantes de más de 16 países que cuentan con sorprendentes vestigios de las civilizaciones milenarias y de pueblos originarios como: Canadá, Grecia, Honduras, India, Jordania, Italia, Japón, Perú, Brasil, Egipto, Turquía, Palestina, Corea, Irán, Ecuador así como científicos y académicos de prestigiosas instituciones de México y Yucatán.
Los mayas nos dejaron grandes reflexiones, creencias y testimonios heredados de su sabiduría milenaria que conjugadas con las reflexiones de todos los participantes, conformaron un MANIFESTO HUMANISTA, cuyo pronunciamiento es apostar por la vida misma, del planeta y por los valores humanos.
Algunas de las declaraciones de este Manifiesto afirman que la comunicación entre los pueblos originarios del mundo debe ser fomentada y fortalecida por los gobiernos, para que ellos también jueguen un papel vital en el mundo globalizado y los derechos humanos sean respetados en todo momento.
De igual manera manifiestan que las culturas milenarias nos dan una lección de respeto y cuidado de la naturaleza que debe ser fortalecida, donde los saberes tradicionales deben sumarse a la ciencia y la tecnología para enfrentar estos retos a fin de mantener la biodiversidad, revertir el cambio climático e incrementar la resiliencia y la adaptación a tales cambios; y que así como los gobiernos y los pueblos del mundo se han suscrito al Acuerdo de París, convencidos de su relevancia vital, se unen a este y convocan a que sea fortalecido.
Los participantes finalizaron el Manifiesto de la siguiente manera: “Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que los conocimientos y culturas tradicionales sean conservados, protegidos y compartidos con el mundo entero. La unión y el diálogo entre los saberes tradicionales y el conocimiento científico representan el patrimonio más rico que podemos legar a las generaciones venideras…. hemos quedado convencidos de que el diálogo que se inició en esta Conferencia Mundial debe continuar de manera periódica”.
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